No le pidas a tu hijo que resuelva solo el problema y mucho menos con violencia, porque esto, lejos de solucionar el problema, puede ocasionar más estrés en los niños o adolescentes. Fomenta valores como responsabilidad, solidaridad, entre otros, con tus hijos.
Evita que en casa haya gritos, golpes o insultos, recuerda que los niños son un reflejo de los que viven en casa.
Enseña a tus hijos a controlar sus emociones e impulsos.
Determina límites en su conducta.
Relaciónate y conoce a los amigos de tus hijos.
Enseña a tu hijo a reconocer sus errores y a pedir disculpas si es necesario. Si comprobaste que tu hijo es un acosador, no ignores la situación porque seguramente se agravará, calmadamente busca la forma de ayudarlo.
Cuando se detecta un caso de
, los padres del niño o adolescente deben trabajar conjuntamente con la escuela para resolver el problema de una forma inmediata.
Habla con los profesores, pídeles ayuda y escucha todas las críticas que te den sobre tu hijo. Mantente informado de cómo la escuela está tratando el caso y los resultados que se están obteniendo.
Nunca dejes de demostrarle amor a tu hijo, pero también debes hacerle saber que no permitirás esas conductas agresivas e intimidatorias; además, deja muy claras las medidas que se tomarán a causa de su comportamiento.
Si efectivamente comprobaste que lo están acosando, mantén la calma y no demuestres preocupación, el niño tiene que ver en tu rostro determinación y positivismo.
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